lunes, 7 de febrero de 2011

Llegando tarde una vez más

Buenas fieles amigos, os preguntareis el por qué de mi silencio durante tanto tiempo. El fin de esta entrada será ese, responderos a este interrogante. Hay dos respuestas, o más bien dos palabras para responder: enfermedad y muerte.
Soy de las personas que, como ya habréis leído en mis entradas anteriores, aprovecha el tiempo en todo momento y no lo pierde en bajones, tristezas ni cosas similares (al menos no demasiado tiempo como para considerarlo perdido). Pero como todo el mundo de vez en cuando, paso por cierta fase, llamada “enfermedad” que hace que incluso mis ganas deban tomarse un respiro. Y eso es lo que ha pasado amigos míos, me enfermé de tal manera que cinco minutos frente a la pantalla resultaba un martirio para mi persona, por lo que ni siquiera he podido comentaros ni leeros; pero tranquilos me estoy mejorando poco a poco y ya he vuelto.
Durante mi estado llamémosle “crítico” he vivido otro acontecimiento, una triste partida. Y es que si hablamos de una joven de 23 años, guapa, atractiva, divertida, amable, cariñosa, muy querida, cercana, y demás cualidades; puede entenderse como, a pesar de que no era una amiga directa mía, sea una gran tristeza su ida. Y así, en medio de mi agonía, me enteré que esta joven que podría contar con los dedos de mis manos las veces que he podido compartir con ella, nos había dejado. Así fue como esta chica, que sin conocerme de nada me sonrío abiertamente y me incluyo en su círculo, que me hizo sentir parte, que me invito a sus reuniones de amigos cuando ni siquiera la persona por la que yo estaba allí lo había hecho, la que me contaba sus cosas sin apenas conocerme, quién un día cogió mi móvil apuntando el suyo y dándose un toque para no perder el contacto y con la promesa de un día de playa que nunca tuvimos; como decía, así fue como la deje partir.
Curioso como unos pulmones no supieron dar oxigeno a un corazón tan grande. Y una vez más la vida me enseña que no vivo lo que predico, que no aproveche el tiempo, que no viví el momento, que no disfrute del viaje, de ese trozo de aventura que pude compartir contigo amiga…”amiga”…¿amiga?...¿que irónico ,no?...amiga que nunca serás. Que tus pulmones, tus malos pulmones, esos que no me permitieron una segunda oportunidad, esos ahora, descansen en paz.
                                      

7 comentarios:

  1. Hola Xaquelina, me alegro que te encuentres mejor de tu enfermedad. Sí, me parecía algo extraño que pasen los dias y no actualices. Pero bueno, ya estas bien, espero que hayas visto mi comentario de tu premio.
    Por otro lado me da mucha pena lo de la partida de esa chica, tan piba, joven y con una vida por delante. Realmente me deja con pocas palabras cuando pasa algo así, solo que hay que sobreponerse, ser fuerte y salir adelante.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Hay quien dice que sólo morimos cuando se nos olvida.
    Aprovecha que ha sido ella y no tú quien ha partido, para vivir el tiempo que te queda antes de que tú te vayas también de forma que al mirar atrás no te arrepientas de qué hiciste o de qué no hiciste.
    Que la vida que vivimos sea un homenaje hacia ellos que ya no pueden vivirla.

    ResponderEliminar
  3. Xaquelina: Primero, me alegro que estés mejor... y sobre lo de tu amiga, solo te puedo decir que lo siento; no puedo decir mucho más porque estas cosas en alguien tan joven son una put****.

    ¡Ánimo, querida amiga! Aquí estamos para lo que necesites.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Caray, que triste y duro tiene que ser a alguien que es tan maravilloso en tan poco tiempo, con más tiempo sin duda sería imprescindible para repartir felicidad. Me alegro de que ya estés mejor de tu enfermedad, estarás bien pronto ya lo veras
    Un gran abrazo y muchos besos para tu cura en cuerpo y alma

    ResponderEliminar
  5. Me he quedado sin palabras Xaquelina, cuando venía con ellas aquí para agradecerte tu presencia, cuando con ellas tras ir leyéndote pensaba al terminar en alegrarme por tu recuperación, cuando ellas, las palabras, enmudecen tras continuar leyendo y una se me queda en la mente: fugacidad.
    Todo parece tanto y de repente desaparece, y entonces aprecio mucho mas cada momento, y pienso en que la vida es fugaz, pero son personas como vosotros la que la hacen bella.

    Animo, ella seguirá siempre contigo, y adelante!

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  6. Hola Xaquelina, por una parte me alegra mucho que te sientas recuperada para estar de nuevo con nosotros, publicando en tu blog y visitando los nuestros.

    Por otra parte siento mucho lo de tu amiga, ya que sin conocerla también me ha llegado muy profundamente. La muerte siempre estremece y si es de una chica tan joven queda un vacio más grande.

    Respecto al comentario que me has dejado en el blog sobre las espinacas, te aconsejo que siempre consultes a tu médico antes de iniciar dietas más amplias con un producto.

    Ya que hay que comer de todo, en las cantidades apropiadas, sin abusar de ninguna cosa y teniendo en cuenta la edad, el estado físico, el tipo de trabajo que realizamos...en fin que tu ya sabes a lo que me refiero.

    Si quieres consultarme algo especifico sobre nutrición y dietética, puedes hacerlo en mi blog o por e-mail (neuriwoman@gmail.com). Y si quieres que charlemos sobre cualquier cosas por aqui me tienes.

    Un beso y cuidate.

    ResponderEliminar
  7. Hola, Xaquelina:

    Me alegro que te encuentres mejor, y que vuelvas a estar cerca, aunque siento mucho lo de tu amiga.

    La vida es muy dura y tenemos que afrontar todo lo que nos toque, preciosa.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar